La respuesta del alcalde del pueblo donde se produjeron estos incidentes ha sido muy clara y precisamente no ha dado un paso atrás. Ha mantenido el festival, un día con tradición taurina en la localidad. A pesar de que había unos cien anti-taurinos, la policía estaba preparada para mantener el orden y así ha sido. Yo he pasado por una situación muy extraña que jamás había vivido. Finalmente pude estar a mi hora y celebrar el festival que era de lo que se trataba y estar con toda la afición y mis compañeros. Fue una mañana preciosa con mucha gente en la plaza. Intentaron molestar pero no lo consiguieron y transcurrió todo con naturalidad. Lo que hay que hacer es precisamente eso, mantenerse firme y que las autoridades, las fuerzas de orden público y los políticos ayuden a hacer respetar la legalidad de poder ir a los toros y que esta gente nos dejen tranquilos
