Com a devida vénia, publicamos esta notável crónica de Paco Mora no "Apausos.es", a propósito das palavras nojentas dos ANTIS nas redes sociais...
¡Callad, callad malditos!
Por Paco Mora
Callad desalmados enemigos del toreo, falsos animalistas que ponéis la vida de un animal irracional, de una fiera, por encima de la de un hombre cuya vocación es hacer arte frente al peligro cierto de un toro bravo
...que acaba de morir un
torero con el alma partida por las astas de un toro en la arena gris de
la plaza de Teruel. Víctor Barrio, un hombre joven, muy joven, ha sido
el último tributo que se ha cobrado el autosacramental que es la Fiesta
de los Toros. Callad desalmados enemigos del toreo, falsos animalistas
que ponéis la vida de un animal irracional, de una fiera, por encima de
la de un hombre cuya vocación es hacer arte frente al peligro cierto de
un toro bravo. ¡Pobrecito toro!... animalito indefenso digno de
protagonizar la películas de Disney como compañero de Bambi, el
Correcaminos y Mickey Mouse.
¡Cuánta falsedad! ¡Cuánta mentira!... en unos momentos en los que el “ponga usted una mascota en su vida” inclina a muchos a tener mas compasión por un perro, un gato y hasta por una culebra que por el niño con hambre que pide limosna en una esquina. ¡Me dais asco! ¡Callad, callad malditos!... Rezar un Padrenuestro-si es que sabéis- por Víctor Barrio, un torero todo corazón y entrega en busca de cumplir sus sueños, a una edad en que otros jóvenes buscan desesperadamente vivir del presupuesto, del chollo y de la abultada nómina política sin importarles ni un bledo lo que atañe al futuro de los españoles. No se qué decir... Cuesta reconocer que la sangre de Víctor Barrio regará, vivificándolo, el glorioso jardín del toreo. ¡Pero quién le dice eso a su madre! He vivido otras tragedias similares como la muerte de Curro Valencia, que pasó a mi lado por el callejón de la plaza de la calle de Xàtiva con un caño de sangre brotándole del costado izquierdo cuando lo conducían a la enfermería con el corazón atravesado por una cornada. Montoliu, El Yiyo, Soto, Mata, Falcón y el banderillero Alarcón cuyo hijo, periodista, trabajaba conmigo en El Noticiero Universal de Barcelona. Y la Fiesta sigue, y ¿sabéis por qué, enemigos acérrimos del toreo? Porque solo puede morir con el corazón atravesado quien tiene corazón. Y vosotros sois simples mercenarios, de no se sabe qué secta diabólica, que en lado izquierdo solo teneis una billetera |