Bejar - A praça de toiros mais antiga no mundo...
La Plaza de Toros más Antigua del Mundo
En sus inicios, la fiesta de los toros se celebraba en las plazas y calles públicas más angostas de las poblaciones para impedir que salieran los toros del recinto. Esta costumbre fue evolucionando poco a poco con el tiempo, pues era una fiesta muy popular y se reunía mucho gentío en cada evento, de tal modo que se empezaron a cerrar las plazas públicas con maderos, levantando tablados sobre andamios para acomodar a los espectadores.
Aquellas
talanqueras que todavía vemos hoy en numerosas poblaciones no eran muy
seguras, además hacía muy cara la preparación de la fiesta, unido a los
riesgos que ello comportaba para la gente que allí se congregaba en caso
de derrumbamiento. Por este motivo en los planes de reformas urbanos se
empezó a incluir la construcción de plazas públicas para que desde los
balcones de sus edificios se pudiera presenciar los eventos por gran
número de personas sin estos riesgos.
Sin
embargo esta disposición urbanística resultó insuficiente cuando el
toreo empezó a ser una profesión retribuida y generar importantes
beneficios a las instituciones benéficas que fueron las pioneras, como
las reales maestranzas o a las primeras empresas taurinas que
organizaban tales espectáculos. De este modo comienzan a construirse las
primeras plazas de toros de madera desmontables por cuenta de la
institución que fuese la beneficiaria de la fiesta.
En
1.667 tenemos constancia de la plaza de toros más antigua en Béjar,
Salamanca. Su primera construcción era cuadrada. El primer festejo
celebrado fue en 1667 en una improvisada plaza cerrada con maderas.
Después del éxito de las corridas allí celebradas, D. Juan Manuel de
Zuñiga y de Castro, II duque de Béjar, concedió el permiso para
construir un coso taurino de obra, cuarenta años después del permiso que
negó su abuela para tal menester.
La
Plaza de Toros ya metódicamente construida con maderas enrejadas, en la
cual se celebraron por segunda vez grandes fiestas taurinas en el
verano de 1.707 con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, que
reinó con el nombre de Luis I, hizo que poco tiempo después se
sustituyera por el coso taurino de obra de fábrica permanente, que se
levantó en el pintoresco monte de El Castañar. De esto da fe el acta del
libro de cuentas de la Cofradía de la Virgen de El Castañar, cuando
dice:
(Sic).
“En la Villa de Béjar, Diócesis de Plasencia, en doce días de el mes de
setiembre de mil setecientos once años, su merced el Señor licenciado
D. Diego García...”(Sic).” ... sea dispuesto de diferentes años a esta
parte hacer y celebrar una fiesta solemne en Beneración de dicha Virgen
Santísima en su santa casa y a honra de su gloriosisimo nacimiento que
se celebrará el día 8 de setiembre...”(Sic) “... para la dicha fiesta de
Ntra. Señora del Castañar se an de nombrar en cada año, quatro
Mayordomos en esta Villa y estos an de hacer la costa y fiesta de toros
en la Plaza que ahora se a hecho tan embrebe, que parece deuerse
atribuir a milagros de la Virgen.”(Sic)”... se acordó que a de salir la
procesión de dicha ermita llevando a Ntra. Sra. en sus andas por la
calle que esta hecha para dar vuelta a la Plaza y volver a dicha ermita a
colocar a su Magestad en su altar...”
Inaugurada
la plaza de toros en 1.711, apodada cariñosamente con el sobrenombre de
La Ancianita, la plaza de toros de Béjar es las más antigua de cuántas
existen en el Mundo. En el Museo Taurino de la Plaza de Toros de Béjar
hay expuesta copia de los documentos que acreditan cuanto aquí digo.
Entonces tuvo gran repercusión su inauguración como constatan las
crónicas a pesar de no existir internet ni las redes sociales como hoy,
que facilitan la comunicación masiva e inmediata de cualquier evento
mediante el email marketing. Tras su éxito se construyeron otras plazas
de toros como la de Campofrío, en Huelva, cuyo coso fue utilizado por
primera vez en 1.718, con ocasión de las fiestas jacobeas.
La
Plaza de Toros de Béjar tiene una característica original y es que el
Patio de Cuadrillas está debajo del Palco Presidencial, no están
situados diametralmente opuestas como ocurre en la mayoría de las plazas
de toros. Como hemos expuesto, desde su inauguración, los toreros
actuantes antes del festejo portaban en andas a la Virgen del Castañar
desde su Santuario hasta la misma Plaza, para que presenciara el
festejo. La posicionaban en el que llamaron Tendido de la Virgen, en el
que todavía se conserva en estado original una meseta triangular de
ubicación de la Excelsa Patrona. Los toreros iniciaban el paseíllo en el
Patio de Cuadrillas, se dirigían primero a cumplimentar a la Virgen y
después retrocedían a cumplimentar a la Presidencia. Lo que justifica la
disposición de las dependencias antes citadas. Se dice que si a lo
largo de estos trescientos años de vida de la Plaza no se han producido
en ella graves percances, obedece al milagro de la Virgen.
La
plaza de toros está construida de mampostería en seco, mantiene el
perímetro y superficie iniciales, incluido chiqueros. Los tendidos de La
Pedriza y de La Virgen, fueron construidos en 1713. El edificio
principal tiene tres plantas; en la planta baja se ubican las taquillas,
enfermería, patio de cuadrillas y arrastradero; en la primera se ubican
una de las salas del Museo Taurino y el llamado Palco Bajo y en la
segunda, otra dependencia del Museo y el Palco Presidencial. A la altura
del Palco Bajo y a la derecha de la Presidencia existe un tejadillo que
protege las localidades de la Banda de Música. Tanto el Edificio
Principal como el Tejadillo de la Banda fueron construidos en la segunda
mitad del siglo XIX. Antiguamente, hasta el año 1934, existió otro
tejadillo, que cubría las localidades de poniente.
Actualmente
el propietario de la plaza de toros es el Excmo. Ayuntamiento de Béjar,
quien la mantiene en perfecto estado. Tiene un aforo de 4.200
localidades y está declarada Bien de Interés Cultural.