Vale a pena ler este artigo do "burladero.com" que com a devida vénia passamos a reproduzir na lingua original para não lhe alterar minimamente o sentido.
Juan Bautista, otro tenor obligado al do de pecho
El do de pecho o do agudo es la nota do más aguda a la que puede llegar un tenor; en ella era un maestro el gran Pavarotti. La expresión "dar el do de pecho" o "dar un gran do" significa, en paralelismo con el esfuerzo que supone llegar a esa nota, dar lo máximo de uno en cualquier trance de la vida, empresa o momento puntual. La Fiesta de los Toros, tan ligada al sacrificio profesional y a la denodada lucha personal del torero, matador con la sombra de la muerte royendo los zancajos de quien la vida se juega, es muy pródiga en el esfuerzo diario. No hay profesión en la que uno pueda acariciar tan de cerca a la muerte.
Y si al esfuerzo diario del torero le sumamos la actual crisis general, el resultado que obtenemos es el esfuerzo elevado a la enésima potencia. Surge la necesidad de aguantar el tirón en este proceso de selección natural, o no tan natural en la medida en que en la Fiesta concurren intereses creados y poderes fácticos que desvirtúan el sano ejercicio por el que sólo deberían sobrevivir los mejores. La actual crisis, en definitiva, obliga al que se juega algo en esta profesión de torero a apretar más el acelerador, con la sola excepción de los elegidos, ese escaso ramillete de figuras que siguen proyectando sus temporadas conforme a criterios propios. Sálvese a El Juli este año, fuera de las grandes ferias por las razones de todos conocidas.
Esta temporada, en consecuencia, estamos viendo -y veremos- muchas de las llamadas "gestas", eso que supone matar una corrida de toros de un hierro duro cuando no es habitual en quien la torea, o por lo menos no muy habitual. No recibe el apelativo de "gesta" el hecho de que mate un hierro duro el que está acostumbrado a hacerlo, lo cual constituye una tremenda injusticia de quien valora, una doble vara de medir. Hay toreros que o matan esos hierros duros o, directamente, no torean. La de los toreros se ha convertido hoy en un estamento de roles: aquí el mediático, allá el artista, aquí el valiente... Atrás quedan las figuras de antes, profesionales caleidoscópicos que mataban cuando tocaba la corrida más temible en la plaza más importante con los compañeros que despuntaban.
No obstante, la situación actual ha venido a desarmar un pelín esta organización y ha obligado a una catarsis no sólo a los toreros sino también a empresarios y ganaderos. Juan Bautista es otro tenor que se ha visto obligado a dar el do de pecho para seguir manteniendo su estatus, por lo menos en España. En Francia su ambiente es bastante distinto: allí goza de la vitola de figura del toreo. No siempre se cumple el dicho del profeta en tierra propia. "Ahora estamos en una época complicada para todo en general por lo que es momento de hacer cosas distintas y especiales", comenta el francés.
"El 2 de junio toreo una corrida de Adolfo Martín con José Luis Moreno e Iván Fandiño. He matado toros de Miura, Guardiola, Victorino, Cebada Gago y Samuel Flores y de esta ganadería no he matado nunca ninguno", dice Juan Bautista. Conste, no obstante, que el hecho de enfrentarse a hierros duros no es algo ajeno al francés aunque sí resulta novedoso el hecho de que tal hazaña sea en la primera plaza del mundo. "A lo largo de la temporada suelo matar algún hierro duro porque es bueno para mí y para el aficionado", remarca. Este año no será en cualquier plaza, será en Las Ventas.
Sobre su temporada, el francés aspira a más aunque es un torero que se mantiene. "Me gustaría mejorar mi situación en España como torero pero he de decir que estoy muy orgulloso con lo conseguido. Aquí acudiré dos tardes a Madrid y también torearé en Valencia, si bien en Sevilla no he podido comparecer. Hace dos años salí por la puerta grande de Las Ventas aunque el año pasado no salieron las cosas bien", reflexiona el torero horas antes de llegar a España para afrontar su compromiso en una corrida de toros este sábado.
La cita es en San Clemente (Cuenca), plaza en la que nunca antes ha toreado. "Toreo con Manuel Díaz El Cordobés y Sergio Serrano una corrida de José Luis Pereda y estoy muy ilusionado", comenta Bautista. El torero está apoderado desde hace tres años por Marcos Sánchez Mejías aunque sigue escuchando la sabia voz de su padre, el empresario de Arles Luc Jalabert. "Mi padre ejerce primero como padre y luego como profesional. Es una suerte contar con sus consejos y es una persona clave en mi carrera", finaliza Juan Bautista. No siempre las relaciones padre-hijo son tan provechosas.