CURRO ROMERO
De vigilia el arcángel de tu día
el toreo trasciendes y enamoras,
y al vaivén de verónicas demoras
todo el tiempo fugaz y de agonía.
Te cantas al compás de tu armonía,
con desmayos angélicos te lloras,
y el aire del toreo en que te ignoras
al bronce de la fama te desvía.
La tarde se verdea de aceituna,
abréviase en el sol su disco de oro,
suena un eco lejano y cortijero.
Preside, cielo y plata, blanca luna,
es guitarra de sombra negro toro,
y entona su cantar Curro Romero.
M. Concostrina
De vigilia el arcángel de tu día
el toreo trasciendes y enamoras,
y al vaivén de verónicas demoras
todo el tiempo fugaz y de agonía.
Te cantas al compás de tu armonía,
con desmayos angélicos te lloras,
y el aire del toreo en que te ignoras
al bronce de la fama te desvía.
La tarde se verdea de aceituna,
abréviase en el sol su disco de oro,
suena un eco lejano y cortijero.
Preside, cielo y plata, blanca luna,
es guitarra de sombra negro toro,
y entona su cantar Curro Romero.
M. Concostrina