EL TOREO... Y LAS BELLAS ARTES
No puede negarse la relación del Toreo con las Bellas Artes, es cierta, es patente. El Toreo es una Bella Arte más.
Pero
no fue siempre el Toreo Bella Arte, ni arte siquiera. El Toreo nació
indudablemente como caza y como lucha. Por necesidad. Al fin y al cabo,
como las demás Bellas Artes. En realidad no creo que ninguna se haya
salvado de estos principios tan poco artísticos y tan poco estéticos.
Lo
primero que conocemos sobre Arquitectura obedece a la necesidad de
cobijarse para defenderse de las fieras, del frío, del calor y de la
lluvia, y que poco belleza más bien fealdad tendrían las primeras cuevas
o chozas.
La
Pintura y la Escultura nacieron arcaicamente, del aburrimiento de
alguien de aquella época que cogería un trozo de rama y trazaría lineas
sobre su choza.
La
Música, el primer instrumento sería la flauta. El hombre sopló sobre
una caña y sonó la flauta. Había nacido la música pero también fea.
Por tanto no solo el Toreo nació feo y rudimentario con más artesanía que arte.
El hombre tuvo necesidad de comer y cazando y dando muerte al toro podía alimentarse con la carne del astado animal.
El
toro no se limitó a defenderse, sino que atacó al hombre. Pero el
hombre más listo se dio cuenta de que el toro más bruto, acometía con
ímpetu y ciego a lo que se le pusiera por delante, y el hombre decidió
poner por delante del toro una piel de otro animal en vez de ponerse él
mismo. Y, con esa piel en la mano moviéndola de un lado a otro, " daba
salida " al toro una y otra vez, con muchas piernas y con mucha vista,
hasta cansarle y dominarle, o matarle de un mazazo en el cerviguillo,
equivalente a un descabello a la primera. Aquello no era arte. Era
lucha.
Desde
aquellos tiempos a los del toreo a caballo, todo lo que se diga es pura
invención, o, a lo más, conjeturas. Nadie sabe a ciencia cierta qué fue
el primer caballero que burló, sobre su caballo airoso, el bravo ímpetu
de un toro, rubricando su burla con un rejón clavado en el morrillo, o
en una paletilla.
Después
surge el escudero o chulo encargado de hacer el quite al caballero, y
que alguna vez aprovecha el quite para ponerse él y lucirse.
La retirada de los aristócratas rejoneadores, por obediencia al capricho real, contrario a la fiesta de los toros.
Aparece
entonces el Toreo a pie, sin perder aún el fondo de lucha, procuró
adoptar poco a poco una forma en cierto modo artística.
Casi puede afirmarse que el primero
que vio en el juego con el toro una posibilidad de creación grata a la
vista fué Pedro Romero.
Pedro Romero vio que aquello podía ser susceptible de creación artística.
Le
siguieron " Pepe Hillo ", " Costillares ", " Cúchares ", " Cayetano
Sanz ", " Lagartijo ", con Lagartijo volvió el arte al Toreo.
Con Pedro Romero el arte fue seriedad; con Cayateno Sanz llego la belleza; con Lagartijo la elegancia.
Y llegamos a " Bombita ", sustituyó la violencia por el triunfo sereno de la inteligencia.
Rafael " El Gallo " el arte bonito fue desarrollado por el temperamento y su hacer luminoso.
Antonio Fuentes y Rodolfo Gaona practicaron un Toreo elegante que cruzó todos los ruedos.
Con " Joselito ", el oficio, el conocimiento del toro y de las suertes que con cada toro había que realizar
Fue la concepción belmontina del Toreo la que elevó el arte del Toreo a una Bella Arte más.
Juan
Belmonte concibió el Toreo con una soberana expresión de belleza. El lo
dijo muchas veces y lo realizó muchas más en los ruedos. Para Juan
Belmonte, el Toreo no era ya un juego serio y honrado bonito y elegante.
Era sólo belleza ; creación de belleza.
Sus
actitudes frente al toro, su realización de todas las suertes, la
conjunción de su figura con la de la res, daban por resultado la linea
arquitectónica, el dibujo y el color pictóricos, la masa escultural, el
ritmo y la rima de la Poesía y la cadencia de la Música.
El toreo, desde entonces, fue una Bella Arte más.
El Toreo compendia, reúne y amalgama todas las Bellas Artes.
La
Música se ha sentido inspirada por el Toreo. El Toreo ha dado lugar a
la creación de los más bonitos pasodobles que se han escrito en el
mundo. No sólo los dedicados a célebres toreros, sino los compuestos en
homenaje a la fiesta en general.
Pero no es todo esto sólo lo que pone de manifiesto la relación del Toreo con las Bellas Artes restantes.
La Arquitectura se ha inspirado en la fiesta para construir las plazas de toros.
La influencia inspiradora del Toreo en la Pintura y la Escultura.
La fiesta de los toros fuente inagotable e inspiración constante de la Poesía.
La Opera también se nutre del colorido de la fiesta nacional.