El estilo de la monta del ginete es el espejo de su alma.
En el toreo hay que actuar deprisa y torear despacio.
La braqvura sólo se entrega a la confianza.
El ginete, que levva las bridas del tiempo, no necessita espuellas.
La muerte del toro bravo tiene por incensario el humo de los puros.
La vaca, recién parida, defiende con sus pitones la escultura de su vientre.
La noche encela al toro y enamora a la vaca.